El pádel es un deporte que ha experimentado un crecimiento explosivo debido a su accesibilidad y al carácter social del juego. Sin embargo, a medida que más personas se involucran en este deporte, también ha aumentado la incidencia de lesiones asociadas.
La naturaleza rápida y explosiva del pádel, junto con movimientos repetitivos y cambios de dirección bruscos, lo convierten en una actividad de alto impacto que pone a prueba diversas estructuras del cuerpo. Las lesiones más comunes en el pádel del tren inferior son el esguince de tobillo, la rotura del tendón de Aquiles y las lesiones musculares, entre otras.
En una próxima entrada trataremos las lesiones del tren superior (lesiones de codo, hombro, brazo y mano).
La fisioterapia desempeña un papel crucial en la valoración, tratamiento y rehabilitación, ayudando a los deportistas a recuperarse de forma óptima y volver al pádel de forma segura.
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Esguince de tobillo en el pádel
En pádel, el esguince se produce generalmente debido a un mal apoyo del pie, sobre todo al hacer un cambio brusco de dirección o al saltar para golpear la bola. En un esguince, los ligamentos que rodean el tobillo se estiran o se desgarran, causando dolor e inflamación.
La gravedad de un esguince de tobillo producida por el pádel puede variar desde un estiramiento leve del ligamento (grado I) hasta una rotura parcial o completa (grado III).
Valoración fisioterapéutica
El fisioterapeuta realiza una minuciosa exploración física, identificando el área afectada y la movilidad del tobillo, teniendo en cuenta también la historia clínica del paciente La gravedad de esta lesión de pádel se evalúa mediante varias pruebas clínicas, como la prueba del cajón anterior y la prueba de esfuerzo en inversión, según el ligamento afectado.
Tratamiento con fisioterapia
El tratamiento del esguince de tobillo se basa en el principio de PEACE & LOVE (protección, elevación, evitación de antiinflamatorios, compresión, educación, optimización de la carga, vascularización y ejercicio) en las fases iniciales para reducir la inflamación y el dolor. Posteriormente, se aplican técnicas específicas de fisioterapia, como:
- Movilizaciones articulares para restaurar la movilidad del tobillo.
- Ejercicios de fortalecimiento de los músculos estabilizadores de la pierna.
- Propiocepción: ejercicios de equilibrio y coordinación para prevenir futuras lesiones.
- Vendajes funcionales o kinesiotaping, que ayudan a proteger el tobillo durante la fase de rehabilitación, estimándose su recuperación entre 2 y 6 semanas, según la gravedad de la lesión.
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Rotura del tendón de Aquiles
Se trata de una lesión grave y común en deportes como el pádel, que implican movimientos explosivos y saltos. El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón, y su rotura se caracteriza por un dolor agudo y repentino en la parte posterior de la pierna, generalmente acompañado por una sensación de «latigazo».
La rotura puede ser parcial o total, y en muchos casos, el deportista es incapaz de caminar.
Valoración fisioterapéutica
La valoración de esta lesión grave de pádel incluye una exploración física detallada y pruebas funcionales, como la prueba de Thompson (donde el fisioterapeuta aprieta el músculo de la pantorrilla para ver si el pie se mueve en flexión plantar, lo que indica una continuidad en el tendón).
En caso de sospecha de rotura, se suelen realizar pruebas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética, para confirmar la extensión de la lesión.
Tratamiento con fisioterapia
Puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de la gravedad de la rotura. Si el tratamiento es conservador (sin cirugía), se utiliza una inmovilización inicial para permitir la cicatrización del tendón, seguida de fisioterapia para recuperar la movilidad y fuerza.
En el caso de cirugía, la rehabilitación postoperatoria es clave para el éxito del tratamiento. Los principales enfoques en fisioterapia incluyen:
- Control del dolor e inflamación mediante técnicas como electroterapia y crioterapia.
- Movilización temprana del tobillo dentro de los límites del dolor para evitar rigidez.
- Fortalecimiento progresivo de los músculos de la pantorrilla y el tendón mediante ejercicios isométricos y excéntricos.
- Propiocepción y equilibrio para recuperar el control neuromuscular.
- Entrenamiento funcional orientado a movimientos específicos del pádel para asegurar una correcta vuelta al deporte. El proceso de rehabilitación puede durar entre 4 y 6 meses, según la severidad de la lesión.
Lesiones musculares en pádel (desgarros y contracturas)
Este tipo de lesiones musculares en pádel suelen afectar principalmente a los músculos isquiotibiales, cuádriceps y gemelos. Pueden variar desde contracturas, que son tensiones musculares, hasta desgarros, donde las fibras musculares se rompen. Estas lesiones se producen por sobrecargas, falta de calentamiento o esfuerzos explosivos.
Valoración fisioterapéutica
El diagnóstico de estas lesiones musculares se realiza a través de la palpación del músculo, la evaluación de la fuerza y la flexibilidad. El fisioterapeuta evalúa el grado de la lesión y la capacidad funcional del músculo afectado para planificar el tratamiento adecuado.
Tratamiento con fisioterapia
El tratamiento inicial se centra en reducir el dolor y la inflamación mediante:
- Electroterapia para promover la cicatrización y reducir el dolor.
- Terapias manuales como el masaje profundo para relajar la musculatura afectada y mejorar la circulación sanguínea.
- Estiramientos suaves y ejercicios de movilidad pasiva para evitar rigidez.
- Fortalecimiento progresivo a medida que la lesión mejora, enfocándose en el músculo lesionado y los músculos circundantes.
- Terapia excéntrica para mejorar la resistencia del músculo y prevenir futuras lesiones en el juego del pádel.
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Pádel: fase de vuelta al deporte
Después de una lesión, uno de los momentos más críticos es la vuelta al deporte. En pádel, esta fase requiere un enfoque cuidadoso para evitar recaídas.
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la preparación física y psicológica del jugador. Algunos aspectos importantes incluyen:
- Readaptación progresiva: los jugadores deben incorporarse gradualmente, comenzando con entrenamientos suaves y aumentando la intensidad y la duración.
- Corrección de movimientos: a través de la observación biomecánica, el fisioterapeuta puede detectar patrones de movimiento incorrectos que predisponen a nuevas lesiones.
- Fortalecimiento global: no solo del área lesionada, sino también del core y otras áreas importantes en el pádel, como los músculos de las piernas y la espalda.
- Prevención de recaídas: a través de programas específicos de estiramientos, propiocepción y técnicas de recuperación, como crioterapia o vendajes.
Resumen
El pádel, a pesar de ser un deporte accesible y de rápida popularización, no está exento de riesgos de lesiones. La fisioterapia es esencial no solo en la fase de recuperación, sino también en la prevención y el retorno seguro a la actividad deportiva.
Un tratamiento adecuado, enfocado en la rehabilitación funcional y la readaptación deportiva, permite a los jugadores de pádel recuperarse de manera efectiva y continuar disfrutando de este deporte de forma segura.
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